Por: Lic. Kepsi Lázara Ruiz Robert*
”Nuestra América”, sustancioso artículo publicado en la Revista Ilustrada de Nueva York, el 10 de enero de 1891 y en el periódico El Partido Liberal de México, el 30 del propio mes y año. Es un admirable programa de americanismo. Martí en él reitera y abunda en sus tesis principales su ya desarrollado latinoamericanismo y antimperialismo. Es reflejo de la evolución del pensamiento martiano, en él se destaca el sentido ético y humanista de su acción.
El carácter cultural, fundador y proyectual de su pensamiento y acción se basa en gran medida en su sentido ético. Hay una intención constante de aprehensión e identificación de la conducta humana, incluyendo ideales que orientan la convivencia social y regulan la actividad humana en sus múltiples dimensiones. Esto determina que en su pensamiento y acción, la política se imbrique indisolublemente con la ética. Pero una ética que se proyecta al futuro, está enraizada en la realidad, y emerge de las relaciones sociales.
En el ensayo Martí estudia, como nadie lo que había hecho hasta entonces, los males que aquejaban en la época que escribía, a los países situados al pie del río Bravo, las causas de estos males y la posible manera de evitarlos.
El presente trabajo persigue entre sus objetivos analizar la evolución del pensamiento latinoamericanista y antimperialista martiano y valorar la vigencia del ensayo”Nuestra América” para los cubanos y latinoamericanos a la luz del siglo XXI.
Al análisis de “Nuestra América”, no debían dedicársele unas pocas horas sino muchas de meditación, para poder abarcar la dimensión humana del pensamiento martiano. Martí insiste en dos de los problemas que más le preocuparon a él durante su agitada y apostólica vida: el peligro que Estados Unidos representaba para la América del Sur desunida y la igualdad de los hombres, hermanados por las almas sin distinción de raza u origen.
Cada una de las ideas, expresadas en el artículo, merece un comentario. Muchas son imperecederas, y constituyen verdaderos aforismos; todas están vigentes en el cotidiano accionar de la América toda.
“Cree el aldeano vanidoso que el mundo entero es su aldea, y con tal de que él quede de alcalde, o le mortifique al rival que le quitó la novia, o le crezcan en la alcancía los ahorros, ya da por bueno el orden universal”. Se refiere Martí a los hombres incapaces de pensar en cosas grandes, nobles, de interés general, a los hombres a quienes no les preocupa más que su propio bien, o las pequeñeces que les tocan muy de cerca.
…sin saber de los gigantes que llevan siete leguas en las botas y le pueden poner la bota encima. Alude Martí, al peligro que representan los países poderosos y ambiciosos, que esperaban la oportunidad de apoderarse de los países pequeños y menos fuertes. En este caso, el peligro es el de Estados Unidos de Norteamérica, que ya había demostrado su afán de expansión a costa de los países que se encontraban al sur de ellos.
“Estos tiempos no son para acostarse con el pañuelo a la cabeza, sino con las armas de almohada, como los varones de Juan Castellanos: las armas del juicio, que vencen a las otras”. Juan de castellanos fue un escritor español del siglo XVI, nacido en Colombia. Escribió Elegías de Varones Ilustres de Indias, entre las que se encuentran las biografías, más que elegías, de Cristóbal y Diego Colón, Diego Velázquez y otros conquistadores de América, varones que se acostaban (con las armas de almohada).
Cree Martí, que en los tiempos que él escribe, son también para acostarse (con las armas de almohada), es decir , sin el descuido nacido de la confianza, en disposición de salir a combatir inmediatamente; pero las armas de ahora son distintas, no son de las que hieren y matan, sino de las que siembran y fundan: las ideas.
“Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra”. Este es un aforismo de un valor extraordinario. Tenía Martí una fe absoluta en el poder de las ideas, en el poder de las palabras como expresión del pensamiento. Y cuando empezó a preparar la guerra libertadora de Cuba, hizo primero una extensa guerra de ideas durante varios años. Ideas expuestas en la tribuna, ideas expuestas en cartas, ideas expuestas en Patria. La guerra de ideas hecha por Martí, había llevado al ánimo de los cubanos, viejos y jóvenes la necesidad de la guerra, y antes de tener un arma, ya estaban alzados contra el poder de España.
“No hay proa que taje una nube de ideas”. No hay poder que pueda romper o destruir el poder de una idea que ha llegado a prender en las conciencias.
Es indudable el carácter fundador de la obra martiana. Su obra emerge como autoconciencia de una época y una cultura de transición constante. Ella misma lleva en sí, el tránsito perpetuo hacia nuevas calidades de la sociedad. Concreta en su síntesis, tradición, historia y cultura para abrirse con fuerza indetenible hacia la contemporaneidad. Como obra de su tiempo no dio solución a todos los problemas emergentes, pero abrió nuevas vías de acceso. Como partió de las raíces y puso su pensamiento y acción en función de ellas, con vocación de universalidad y visión auroral, abrió “caminos al andar” a las sucesivas generaciones con su concepción del devenir humano como expresión cultural, como magna empresa de las grandes masas, y en particular de los pobres de la tierra. Su ideal de racionalidad sentó nuevas perspectivas y cauces de realización efectiva.
En los momentos actuales, cuando el escepticismo histórico cunde y pulula en la arena internacional, cuando no faltan los intentos de negar la historia, los valores, la cultura, la tradición, la razón, los proyectos de emancipación social y el progreso, la racionalidad se impone como necesidad de preservar no sólo la identidad nacional, sino también la identidad humana. En tales condiciones, el paradigma martiano y el ideal de racionalidad que le es consustancial, adquieren más que nunca contemporaneidad y vigencia social.
Su pensamiento – una eterna poesía de amor, de lucha, de dación humana y consagración social – continuará alumbrando el camino del hombre. Su desbordante espiritualidad seguirá siendo fuente nutricia de aprehensiones y sueños, siguiendo el norte de “la estrella que ilumina y mata”
Bibliografía:
(Centro de estudios martianos. Materiales de estudio I. textos antiimperialistas de José Martí. p.42.)
L. T 11no. Grado.
Hortensia Pichardo, José Martí lecturas para jóvenes
Presidenta del Movimiento Juvenil Mariano de la Escuela Pedagógica «José Marcelino Maceo Grajales»