Delincuentes en Estados Unidos, opositores políticos en Cuba

Para Estados Unidos el asalto al Capitolio Nacional, el 6 de enero del 2021, fue una insurrección con hechos violentos, ejecutada por “delincuentes” calificados como “extremistas violentos”. Ningún medio de comunicación los denomina disidentes u opositores políticos, a pesar de que el móvil que los llevó al asalto haya sido la campaña acusatoria continuada del presidente Donald Trump, de que hubo fraude en las elecciones presidenciales, razón que lo convierte totalmente en una acción política.

Los jueces de todo: creadores de nada

Se avecina un nuevo año, y comienzan los apocalípticos a hacer sus recuentos virulentos del actuar del Estado durante el que termina, con sus correspondientes idas y venidas “criticas” a lo largo del proceso revolucionario y sus infaltables pronósticos pesimistas sobre el futuro inmediato del país.

La repatriación

El día 13 de agosto de 1898 se firmó en Washington el protocolo que suponía el alto al fuego en el Caribe y la renuncia de España a Cuba y Puerto Rico. De acuerdo con su artículo cuarto, los vencidos se comprometían a evacuar “inmediatamente” las islas bajo soberanía española en las Antillas occidentales.

La próxima carga del General Antonio

Así le contestó aquel 15 de marzo de 1878 el mayor general Antonio Maceo al capitán general español, Arsenio Martínez Campos, a la sazón jefe de Operaciones Militares en Cuba, cuando este pretendió que el “Titán de Bronce” aceptara la paz sin independencia que entrañaba el oprobioso “Pacto del Zanjón”.

España 1898: la derrota y el Ejército

Repetidas fueron las apelaciones antes de 1898 a una solución dictatorial ejercida por los militares españoles, en connivencia o no con los partidos políticos. Tal amenaza se esgrimió entre los principales argumentos que los gobernantes utilizaron a la hora de enfrentarse a Estados unidos en una guerra.

¿Qué nos puede enseñar la Campaña de Alfabetización?

El 22 de diciembre de 1961 culminaba en la Plaza de la Revolución José Martí de La Habana, la campaña con la que la Revolución en el poder declaraba a Cuba Territorio Libre de Analfabetismo.

La suegra nacional

“…Hay que arrancar de los pechos muchas cruces y subir muchos fajines desde la cintura al cuello…”. Así se expresaba, en el Senado, en septiembre de 1898, don Francisco Javier Palacios y García de Velazco, Conde de las Almenas.

El Tratado de París: una conjura anticubana

El 10 de diciembre de 1898, luego de mañosas negociaciones en las que Estados Unidos impuso su voluntad, se firmó en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores francés el llamado “Tratado de París”.

Pablo: su reto de rebelión fue el Moncada

Ante el tribunal que lo juzgó por su responsabilidad en el levantamiento revolucionario del 26 de julio de 1953, Fidel Castro destacó el “valor, civismo y coraje” del pueblo de Santiago de Cuba.

Asirnos a Martí: necesidad revolucionaria

Hace 27 años un martiano entrañable nos provocó el pensamiento y su palabra se centró en descifrar cuán presente estaba Martí en la Cuba de entonces, cuánto más nos hacía falta su asimilación crítica y qué significaba ese hombre extraordinario para los cubanos. Así, con “Martí en la hora actual de Cuba”, nos adentrábamos en un necesario debate que tocaba las fibras más sensibles de la Patria. Cintio nos convocaba desde la convocatoria que nos hacía el propio Martí. Y hoy, en un contexto extremadamente desafiante y retador, en que el país libra una batalla por la vida, enfrentando resueltamente la terrible pandemia, al tiempo que implementa su estrategia de desarrollo económico – social, que robustece la Revolución Socialista; todo ello en medio de una hostilidad creciente del gobierno estadounidense cuya política no es otra que derrocar nuestro proceso revolucionario socavando las bases ideológicas y culturales más genuinas de la nación cubana; en esta hora que vivimos, nos sigue haciendo falta Martí. Asirnos a su pensamiento es pilar esencial, no solo para resistir los embates imperialistas y neoliberales, enfrentar los intentos de reinstauración capitalista en Cuba, defender nuestra cultura e identidad; sino para continuar formando patriotas, ciudadanos con capacidad crítica, revolucionarios de verdad.