Creo que fui uno de los primeros que se enteró por las redes sociales sobre la convocatoria abierta a participar en una Tángana en el Parque Trillo. Eso fue hace casi un año y se decía que un grupo de jóvenes revolucionarios se había articulado por Telegram para convocar a un diálogo revolucionario. Si recuerdo bien, creo que la convocatoria comenzó a salir por las redes sociales durante la noche del viernes 27 de noviembre, ese mismo día, el dramaturgo Yunior García había liderado una manifestación de un centenar de personas al frente del Ministerio de Cultura. Las redes sociales, sobre todo Facebook, estaban “alborotadas” con muchos posts, debates, videos, campañas, etc. Ya el show de un reducido grupo acuartelado en el barrio San Isidro, se había agotado… Alcántara, Osorbo, e Iliana no habían logrado nada y ellos mismos se habían desprestigiado y distanciado mucho más del pueblo. Los enemigos de Cuba necesitaban una nueva cara y una nueva marioneta, pero esta vez disfrazado de demócrata, sin “faltas de ortografía”, con un discurso con menos guapería y sin solicitudes “pacificancistas” explícitas de un bloqueo total y una invasión militar a Cuba.

Como activo en las redes sociales, sobre todo en el grupo Blogueros Revolucionarios de unos 12 mil miembros, el sábado 28 me sumé a la promoción y al debate sobre esta convocatoria, y esa misma noche, en la televisión cubana Josué Benavides habla de la convocatoria y menciona que es una movilización espontánea y revolucionaria.

Esa tarde del domingo 29, junto a muchas amistades y a mi familia que incluía a mi hija menor de apenas un mes de vida, nos reunimos en el Parque Trillo con mucho entusiasmo, alegría y combatividad. Vinieron algunos jóvenes de otras provincias que solo los conocía en el mundo virtual, por primera vez pude abrazarlos y mirarles a los ojos. Creo que fuimos unos 3 a 5 mil asistentes que en forma espontánea, y en menos de 48 horas, habíamos decidido salir a defender la Revolución, a dialogar y a manifestarle a la dirección del país que siempre podían contar con nosotros.

El tanganazo fue un evento que sorprendió a muchos revolucionarios, pero quienes quedaron realmente con la boca abierta fueron los enemigos internos y externos. No esperaban que, sin el llamado del Partido, la Juventud o ninguna organización de masas, salieran unos cuantos miles de jóvenes a defender la Revolución.
Ese día la tribuna junto a la estatua de Quintín Bandera, la tomaron varios jóvenes con palabras bien pensadas y lúcidas, algunos más apasionados y otros más pausados, pero todos y todas con una causa común. Hubo música que animó la fiesta revolucionaria y casi al final se unió el Presidente Miguel Díaz-Canel que provocó una enorme felicidad, especialmente porque se legitimaba la espontaneidad revolucionaria como una opción más para defender la Revolución y cerrar filas con la dirección del país.
Este evento sin dudas subió los ánimos de muchos jóvenes y revolucionarios que habían resistido largas cuarentenas, una situación compleja y difícil, tanto por la pandemia como por la crisis económica, y un constante bombardeo y agresiones de quienes aprovechaban los últimos meses de Trump para provocar un “cambio de régimen”, es decir re-instaurar el capitalismo en Cuba.
Al calor del tanganazo nació la trinchera digital La Manigua • Revolución Pa’ Rato con la intención de disputarle la hegemonía que la contrarrevolución ejercía en las redes. Apenas un puñado de unos 30 fundadores nos dimos la tarea de organizarnos en forma colectiva y espontánea para defender la Revolución cubana en el territorio virtual, promover el debate entre revolucionarios y reflexionar sobre el presente y el futuro de Cuba. En menos de un año organizamos casi un centenar de debates por audio con importantes invitados nacionales e internacionales, abrimos un grupo de debate diario, compartimos información, análisis y reflexiones sobre el acontecer en Cuba y el mundo, coordinamos equipos de trabajo, generamos contenido siempre como una contraofensiva a los enemigos de Cuba. En meses nos transformamos en uno de los canales y grupos revolucionarios más importantes e influyentes en Telegram, se crearon grupos hermanos como Karlitos Marx y El Palenque por mencionar algunos. Sin chovinismo, es importante mencionar que La Manigua fue promotora de la creación de la Plataforma Revolucionaria Sierra Maestra que articula a más de 100 espacios revolucionarios en las redes sociales con alcance de hasta un millón de usuarios.
Cuando los sucesos del 11J y la campaña contra Cuba #SOS, La Manigua trascendió por primera vez al territorio virtual, salimos a las calles a defender la paz y la tranquilidad, el 17J estuvimos reafirmando en La Piragua nuestro compromiso con la Revolución, donamos sangre y recogimos donaciones en coordinación con la Universidad de La Habana para ayudar a nuestros hermanos matanceros.

Sin embargo, al llamado del Doctor Durán y del país de quedarnos en casa, decidimos esperar hasta que la inmensa mayoría de la población cubana estuviese inmunizada y las autoridades consideren prudente para realizar un tanganazo en agradecimiento a nuestros médicos, científicos, profesionales, trabajadores de la salud, voluntarios y tantos otros que han estado en la primera línea de la batalla contra la Covid-19.
A partir del 15 noviembre nuestros hijos e hijas, nietos y nietas, hermanas y hermanos, comenzarán a regresar a las aulas, los centros culturales y de servicio gradualmente comenzarán a reabrir sus puertas, los aeropuertos recibirán a miles de visitantes encabezados por grupos de solidaridad como Pastores por la Paz que deben llegar ese mismo día. Ya es tiempo de que los revolucionarios y las revolucionarias también salgamos a las calles no solo a defenderlas, sino también a celebrar nuestra resistencia y nuestras victorias, a homenajear a quienes se lo merecen, a cantar con aquellos que “no se han rajado”, a compartir con quienes solo nos hemos visto en las redes y por sobre todo a no cederles “ni un tantito así” a quienes pretenden desarrollar un golpe blando.
“Nos tiraron a matar y estamos vivos”, son momentos de cerrar filas con el Partido y la dirección de la Revolución, es hora que junto a las organizaciones políticas y de masas, las revolucionarias y los revolucionarios espontáneos “con o sin carné”, nos unamos y entre todos los que pensamos como país, vamos a tomarnos las calles, ser proactivos contra los entreguistas, anexionistas y zanjoneros. Pero nunca olvidar que a diferencia de otros movimientos de resistencia en el mundo, en Cuba contamos con una gran fortaleza que es nuestro pueblo organizado y nuestras organizaciones. Dejemos los protagonismos individuales a un lado para que la respuesta sea masiva y en unidad indestructible entre el pueblo, el partido y el gobierno revolucionario. Si el 17J fuimos 100 mil en La Habana, ahora seremos aún muchos más! Ya es tiempo de que en forma multitudinaria siempre junto al Partido y al gobierno revolucionario, la espontaneidad revolucionaria vuelva a vibrar en las calles de Cuba.
