El pasado año 2020, más o menos por esta misma fecha, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio a conocer desde la ciudad de Orlando, Florida, dos anuncios que se consideraron importantes respecto a su futuro político y sus desbordadas intenciones presidenciales, apuntando hacia el infinito.
En aquella ocasión escribimos: “Resultó, sin embargo, insólito el anuncio de que tras la supuesta victoria que deberá obtener en las próximas presidenciales de 2020, volverá a optar por la candidatura en las subsiguientes de 2024”.
Y añadimos esa vez, a modo de comentario:”Tal pronunciamiento significa, -ni más ni menos,- que la actual Constitución deberá ser reformada o enmendada en lo que se refiere a la reelección presidencial, limitada actualmente a dos mandatos consecutivos”.
Pues bien, resulta que los delirantes sueños del extravagante magnate se vieron frustrados, sus rabietas ridículas fueron ignoradas incluso por la Corte Suprema, -que suponía a su entero favor,- y tuvo que culminar ordenando un vandálico asalto al Capitolio que lejos de facilitarle el camino le complicó las cosas y lo exhibió ante su país y ante el mundo, junto a sus pandilleros, como un vulgar delincuente incorregible.
Ser sometido a juicio político en dos ocasiones durante su mandato presidencial como caso único en la larga historia del país imperial, -sea cual fuere el resultado,- no es como para sentirse ni medianamente orgulloso y será un pesado fardo para las pretensiones que aún proclama tener en el futuro.
En medio de escándalos, juicios amenazas y sanciones concluyó el período trumpista, que ha hecho trizas a Estados Unidos en todos los aspectos: llegó con tres millones menos que su rival y ahora se va con más de diez millones de votos menos que su adversario.
Dijimos hace un año y ahora se confirma: “Considerar que ha enfrentado con relativo éxito las numerosas y simultáneas batallas que ha librado, colocando al país en vilo y en medio de varias vorágines simultáneas, puede haberlo impulsado a lanzarse a tan temeraria aventura de imprevisibles consecuencias”
Tomado de Patria Nuestra
El joven cubano 