Por: Mauro Torres
Steven Spielberg no se creyó la película. Sin embargo, ganó varios Oscar después de la directa.
El guión comienza cuando Maikel Osorbo fue a casa de Alain Paparazzi con tremenda guapería para reclamarle por desacreditarlo ayer en su programa. Ohhhhhh!!!! Esa fue la presentación de la Metro-Goldwyn-Mayer. Un verdadero león frente a casa de un ratoncillo de madriguera. Comparte, comparte, comparte. Todo el mundo se creyó que iba a desatarse una bronca y que la policía llegaría en el preciso instante para aplacar la situación.
Ambos transmiten en vivo y en directo. Se abre el telón. Cuando Osorbo entra al estudio, se oye algún que otro rugido, pero nada estrepitoso. Se ponen los micrófonos, se acomodan y sigue la acción.
Osorbo, antes de cantarle “las cuarenta”, le dice que lo admira. Ohhhhhh!!!! Y luego Alain, ante la reprimenda de su contrincante sobre sus lujos y con más temor en apariencias, le responde que el mismo jefe de Osorbo, nombrado Armando, le dio el dinero a él para su programa. Entra música incidental y reconocen públicamente que reciben dinero del exterior por hablar m…. de Cuba. Así, literalmente, sin despojo y con el sudor de su frente.
Abordaron asuntos esenciales de la agenda mediática contra nuestro país y hasta hicieron anuncios importantes. En menos de 10 minutos, ya se habían dicho “hermano”. En menos de 10 minutos ya estaban desfilando como en un 14 de febrero, porque faltó poco para que se declararan matrimonio.
Para sorpresa de los espectadores, Maikel se levanta, arroja el micrófono y se dicen algunas palabras desde lejos. En dramaturgia, eso se llama “punto de giro”, que es cuando se modifica el escenario en el que está transcurriendo cada historia y obligan al personaje protagonista a hacer todo lo posible por adecuarse al nuevo entorno.
Minuto 28: 53. ¡La polémica artista nombrada La Diosa llamó por teléfono que iba en camino!
Minuto: 29:10. ¡Osorbo no te vayasssssssssssss!
Minuto 32:00. La Diosa llegó. Me quedé sin palabras. La defensa por Jorge JR fue definitiva, debo reconocerlo, y con esto no pretendo seguir ensalzando la hoguera con puntas de lanza. Durante su monólogo, nunca le quitó la vista a Osorbo, y eso, fue determinante en la credibilidad. En el caso de ella, creo que hizo su mejor defensa por su amigo Jorge JR.
Alain llama a la unidad entre los que luchan por la democracia desde dentro de la isla. “Para mí, los que tienen méritos son los que están aquí”, dijo restándole importancia a los que viven en la otra orilla. Tal vez le rebajen el dinero que le pagan con este enigmático comentario.
Osorbo se disculpa por faltarle el respeto a Jorge JR y sigue ganando más visibilidad en redes sociales que su socio el profanador de la bandera cubana, Luis Manuel Otero Alcántara, algo muy sutil que lo prepondera como perfecto candidato al puesto.
Por su parte, La Diosa queda bien con sus compinches y se comporta a una altura superior a su interlocutor y a quien ofendió a su leal camarada.
Es por eso que Steven Spielberg dejó escrito en sus notas: ¿Todo estaba cuadra’o?
Tomado del perfil de facebook del autor.